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Consejos para alimentar a tu Bulldog Francés
Nota: Este es un tema IMPORTANTE. Por ello, la siguiente información debe considerarse únicamente como un consejo general. Dado que cada perro es un individuo, le rogamos que solicite el asesoramiento de un veterinario, sobre todo si su perro tiene necesidades dietéticas especiales o presenta una reacción a una dieta estándar.
La base de la dieta típica de los Frenchies debe ser un alimento comercial para perros de alta calidad y equilibrado que sea apropiado para su etapa de vida (es decir, cachorro, adolescente, adulto o senior) y su estado de salud particular. Ocasionalmente, también puede ofrecerle algunos alimentos naturales para proporcionarle algo de variedad y mantener su interés. Algunos ejemplos de alimentos naturales son la carne cruda fresca de calidad humana (por ejemplo, cordero o filete crudos), los huesos de carne crudos y las verduras cortadas finamente. Asegúrese de comprobar primero con su veterinario que los huesos de carne crudos son adecuados para su perro en particular. Algunos perros, debido a su particular estructura mandibular (o a su edad), pueden tener dificultades para masticar huesos crudos.
La razón por la que le sugerimos que elija sólo carne cruda de calidad humana y huesos de carne cruda es que algunos productos de carne cruda se comercializan como alimento para mascotas. Sin embargo, a menudo contienen conservantes para mantener su aspecto fresco, pero éstos pueden ser perjudiciales para la salud de su mascota. Algunos productos cárnicos crudos contienen sulfito como conservante. Las salchichas son otra carne que debe evitarse, ya que también pueden contener sulfitos.
¿Cuánta comida?
La cantidad de comida que su Frenchie necesitará depende de su etapa de desarrollo y de la cantidad de ejercicio que haga. Rápidamente sabrá cuánto necesita por comida. Mientras tanto, siga el tamaño de la ración recomendada en el paquete de comida. Lo principal que hay que evitar es sobrealimentar o infraalimentar. Cuando lo lleves a una revisión, pídele al veterinario que lo pese para asegurarte de que está dentro de un rango de peso saludable.
Los Frenchies adultos deben ser alimentados al menos dos veces al día y no deben hacer ejercicio inmediatamente antes o después de comer, ya que esto puede causar hinchazón. Asegúrese de que dispone de agua fresca para beber en todo momento, y no le ofrezca leche, ya que puede causarle trastornos gastrointestinales.
Alimentación con huesos
Los huesos deben darse siempre crudos (sin cocinar). Por regla general, no le dé nunca huesos cocidos, ya que pueden astillarse y causar daños internos u obstrucciones intestinales potencialmente mortales. En cuanto a la frecuencia, sólo hay que ofrecerle de 1 a 2 huesos por semana, con algunos días entre cada ración. Un exceso de huesos en su dieta puede provocar a menudo estreñimiento.
En general, debemos aplicar un poco de sentido común a la hora de alimentar con huesos. Por ejemplo, asegúrese de que los huesos que le ofrece son lo suficientemente grandes como para que no pueda meterse todo el hueso en la boca o tragarlo. En ese caso, evite darle huesos en forma de T y otros huesos «cortados» (por ejemplo, chuletas de cordero). También es conveniente que supervise siempre a su perro mientras come huesos.
Otros alimentos útiles
Como premio ocasional, puede ofrecerle a su Frenchie un poco de pescado (como sardinas en lata, atún o salmón). Puede que no le guste, pero vale la pena intentarlo. Sólo hay que tener cuidado de evitar las espinas de pescado y elegir pescado enlatado en agua de manantial en lugar de aceite o salmuera.
También puedes ofrecerle una pequeña cantidad de verduras cocidas, como calabaza o zanahorias, pero asegúrate de que no haya cebollas/salsas de cebolla u otras sustancias tóxicas (véase la lista más abajo). También puede ofrecer una pequeña cantidad de pasta o arroz cocido.
Alimentos tóxicos
No alimente nunca a su Frenchie con las siguientes sustancias, ya que son tóxicas. (Tenga en cuenta que no es una lista completa): cebollas, cebolla en polvo, ajo, chocolate, productos a base de café o cafeína, alimentos enmohecidos o estropeados, aguacate, masa de pan, masa de levadura, uvas, pasas, pasas de Corinto (incluso en los pasteles de Navidad, etc.), grosellas, todo tipo de frutos secos, huesos de fruta, setas y semillas de frutas. Además, no se debe dar nunca lo siguiente: mazorcas de maíz, tomates sin madurar, huesos cocidos, pequeños trozos de hueso crudo, recortes de grasa y sal.
Algunos consejos adicionales sobre la alimentación de los cachorros
Nota: Una vez más, lo que sigue debe considerarse sólo como un consejo general. Consulte a su veterinario sobre todo si su cachorro tiene alguna necesidad dietética especial o tiene una reacción a una dieta estándar.
Una base sólida para la dieta de la mayoría de los cachorros debería ser un alimento comercial de alta calidad y equilibrado para cachorros que sea apropiado para su etapa de vida. Es importante no infraalimentar ni sobrealimentar a los cachorros, así que siga las raciones recomendadas en el envase y pronto sabrá la cantidad adecuada para cada comida. Al principio, los cachorros deben recibir comida al menos 4 veces al día. Luego, reduzca gradualmente el número de comidas a medida que crezcan. Tenga agua en abundancia, pero no leche.
Para variar, puede añadir carne cruda natural de calidad humana, como cordero (pero no chuletas de cordero). Asegúrate de que esté cortada en trozos pequeños para que sea más fácil de digerir. También puede incluir ocasionalmente algunas verduras, como calabaza y zanahorias cocidas. Recuerde que debe cortar las verduras finamente y mezclarlas con su comida habitual.
Alimentar con huesos
También puedes introducir gradualmente algunos huesos de carne cruda de calidad humana. Para empezar, no más de una vez a la semana. Por regla general, consulte primero con su veterinario qué huesos crudos son adecuados para su cachorro. En general, todos los huesos deben ser lo suficientemente grandes como para que el cachorro no pueda meterse todo el hueso en la boca.
Los dientes permanentes de tu cachorro empiezan a aparecer y a crecer entre los cuatro y los seis meses de edad. La introducción de huesos de carne crudos y frescos alrededor de las 12 semanas de vida garantiza que el cachorro mastique activamente en el momento de la erupción de los dientes permanentes. Masticar huesos de carne crudos puede ayudar a aliviar los problemas de la «dentición» temprana. También puede aportar otros beneficios importantes, como mantener sanos los dientes y las encías de los jóvenes.
Por último, siempre es una buena idea supervisar a su cachorro cuando come huesos crudos.
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